miércoles, 8 de junio de 2011

CONSTRUYENDO....AQUI





Se ha destruido mucho en esta cultura salvaje, neoliberal; se ha destruido la realidad, se ha destruido el acuerdo social, por medio de la desocupación, por medio del individualismo, que en realidad no es individualismo, sino que es condición de soledad, debido al mundo al mundo virtualizado que deja sola a la gente.



El televisor nunca escucha, entonces el tema es la condena a la soledad. Yo diría que la subjetividad es un territorio perdido, porque la subjetividad tiene que ver con el encuentro entre uno mismo y el otro. Si el otro es el televisor o los juegos electrónicos, yo no puedo construir mi subjetividad.




Primero nos fragmentan, después nos soledan, y después, al estar aislados, pueden someternos fácilmente. Si la propuesta social es el individualismo competitivo, entonces no sólo estamos solos, sino que también nos peleamos, porque para triunfar hay que pisar a todos los de alrededor. Es un proyecto realmente estúpido, porque para el caso en que yo llegue a triunfar, habré triunfado porque eliminé a los demás, y así quedé solo. ¡Mirá que ganancia me dio éxito…!



En cambio en las organizaciones comunitarias, aún perdiendo quedamos juntos. Y quedar juntos es la vida. Quedar solos es la no existencia, la historicidad es con el otro.





Las redes comunitarias plantean el rescate de la cultura popular a través de métodos alternativos; los métodos convencionales los tiene el Estado, los tiene el sistema, entonces la única posibilidad es pelear con los métodos alternativos, que es entre todos y como se pueda; si no hay un comedor no importa, ponés cuatro palos y una chapa arriba, si no hay gas lo hacemos con leña, si no hay mesa, usamos un tablón, después ya aparecen los ladrillos, algunas mesas, y terminamos con una casita en la que caben cien chiquitos comiendo; es la lucha popular, y el pueblo sabe luchar porque sobrevive todavía (ríe). Además, es solidario por necesidad.



En la clase media podemos darnos el lujo del egoísmo y el pensamiento frívolo. Además, la clase media, la burguesía, mira sólo su propio ombligo, y no percibe la tremenda injusticia social. Cada clase social hace su juego: la clase alta da las órdenes, la clase media hace cumplir las órdenes, y la clase baja hace realmente el trabajo, en condiciones inhumanas, hasta que se cansa y hace un estallido que modifica la Historia, como en la revolución francesa, la rusa, o la cubana.



Alfredo Moffatt




domingo, 5 de junio de 2011

PLAZA WILLIAM MORRIS - BARRIO BELGRANO

Sabado 4 de junio de 2011



Este sàbado 4 de junio seguimos trabajando en la construcciòn de la plaza en el Barrio Belgrano de William Morris. Desde las once de la mañana nos hasta que el sol nos dejò continuamos con la materializaciòn del camino que vincula el paso entre los barrios de San Damiàn y Belgrano.

Entendemos que esta transformaciòn puntual serà, a partir de su manifestaciòn, el hecho fundante y constitutivo del resto del proyecto. Las cosas van empezando por el principio.





"Una manzana cae porque se reintegra al suelo. Ha sido semilla, ha madurado y luego se ha desprendido del árbol, para reintegrarse al suelo. Esta es una verdad y quizá la primera.

Pero eso ocurre porque la realidad es un animal monstruoso, en donde todo lo que ocurre, sigue las leyes de la vida: nace, madura y muere. Por eso Newton fue un mentiroso. Vio caer una manzana y creyó descubrir las leyes de la gravedad. Mintió porque dijo que la realidad no es un animal, sino un mecanismo. Pero en América sabemos que él no tuvo razón.

Al menos la manzana, entre nosotros, cae porque todavía está dentro de un organismo animal. Podemos ver lo otro, pero eso dependerá de otros factores. Es preciso ser pura inteligencia para ver las cosas mecánicamente. Y no somos capaces: creemos sólo que todo nace, crece y muere...






















....La realidad no es entonces desmontable, sus detalles no se conjugan de acuerdo con el criterio de causa/efecto, sino con el de la gestación orgánica. Una idea, un sueldo, una casa, un libro, una plataforma política, todo se engendra, madura y muere, igual que la manzana.

Quizá por ello predomina entre nosotros el político. El criterio de la política no sigue la causa y el efecto sino la gestación. Se piensa políticamente en tanto se advierte la organicidad de un planteo político y el político a su vez actúa siempre como sembrador, porque espera que su idea dé su fruto.

En cambio, por eso no tenemos grandes técnicos, porque poco o nada nos interesa la técnica, a no ser que se trate de ganar dinero o simplemente como mito de salvación, como una manera de evadir esta condición biológica en que nos sentimos sumergidos". Rodolfo Kusch. Amèrica Profunda.