…En todo esto me llevò la convicciòn de que los acontecimientos ocurridos en los ùltimos veinte años en lo polìtico, lo social y lo cultural sirvieron para demostrar que aquello de educar al soberano, con referencia al pueblo, ha perdido su vigencia y que hoy era preciso hacer al revès.
Hoy es el soberano quien tiene que decirnos a nosotros lo que pasa y lo que siente, para que nuestro oficio de intelectual, oficio al fin como cualquier otro, exprese en grande lo que cada humilde y cada pobre dice en pequeño todos los dìas.
Es lo que hizo Josè Heràndez y lo hizo bien. Por ese lado se afianza la comunidad. Por el otro, ni la comunidad, ni el individuo consiguen nada, y siempre viviremos una nacionalidad confeccionada a base de decretos, pròceres que nada nos dicen ya, o esta cultura desorientada y caòtica en que predomina el arbitrio o la publicidad.
Me lleva la convicciòn de que hemos fundado una naciòn sin pueblo, y que si seguimos asì algùn dìa el pueblo fundarà su propia naciòn.
Rodolfo Kusch